¿Quién puede resistirse a las influencias de un “influencer” (o dos o tres)?
Pedro M. Sánchez
Bienvenido/a a este primer número de mi newsletter o boletín, como prefieras llamarlo. Gracias por estar aquí desde el principio. Formas parte del incomprensible núcleo duro de personas que, por afinidad, “desafinidad” (si eso existiera) o, simplemente, porque te apuntas a cualquier bombardeo que lleve mi modesta firma, siempre participa de mis propuestas. Gracias.
Del año del podcasting al año de las newsletters
Este título de la primera sección de la newsletter o boletín, llevaba escrito varios días cuando alguien me avisó de que en Twitter el bueno de Peio (Bocados por Momentos, Manzanas por Momentos o Retazos de 3) hacía referencia al salto de los podcasts premium a las newsletters premium. Sin ser la misma frase, hay conexiones incuestionables. Será que nos oímos mucho mútuamente o que un pequeño pueblo guipuzcoano ha terminado por cruzar simbólicamente nuestros caminos.
“Agüelo le enseñó a pae’…
…pae’ me enseñó a mi. Y yo le enseño a mis hijos, porque Dios lo quiso así. Dios lo quiso así, cortao. Dios lo quiso así, con leche. Dios lo quiso así, solo. Dios lo quiso así…¡carajillooooo!”.
Así decía una canción de mi juventud de la cual no logro recordar su autor o intérprete, ni encontrarla en San DuckDuckGo (ni siquiera en la inefable Google). Su ritmo era caribeño. La pasión por volver a escribir ha sido, sin embargo ribereña. El agüelo Víctor se la paso al pae’ Emilio y este me la pasó a mi (y cada día a más gente, parafraseando a Matías Prat).
Carmela García Doval trajo a mi vida las “niusleteres” de pago y, además de la suya, recibo la “Most Post” del The Washington Post, el adelanto de opinión diario de El País (veremos por cuánto tiempo), la colaborativa de No es asunto vuestro de Víctor Correal, la de Emilio Cano enlazada antes y la reconvertida de Emilcar.FM Esta es gratis, como lo es la de José María Carmona en Ciudadano Electrónico (deberías ser un ciudadano electrónico y para eso necesitas estar suscrito a su boletín y a su membresía).
Recibo alguna más, pero estas son las que abro y leo. En otras, simplemente prefiero su versión podcast.
Y, ¿en qué consistirá?...¿o solo es por seguir la main stream?
Pues no digo que no haya un poco de seguidismo. Ya titulo este primer número “¿Quién puede resistirse a las influencias de un influencer?”. Pero también es la herramienta que, en ocasiones, hace la función. Ayuda a construirla con serenidad y disfrute. Y reconozco que Revue me ha permitido esto. Volver a disfrutar de la experiencia deliciosa de escribir en un entorno bonito, muy minimal pero, como dirían en Colombia, bello. Volver a escribir como hace veinte años, cuando mis blogs. Pero sin esperar a que los amigos de la Comunidad de El País entraran a leerte, como tú entrabas a leerlos a ellos y ellas mientras El País hacía caja con el tráfico, para luego robarnos aquel espacio construido de forma compartida.
En este caso la escritura, sus mensajes, sus sujetos y predicados y su fluidez, os llegará a todos y todas las que habéis decidido cederme un espacio en vuestro preciado inbox y, potencialmente, un ratito de vuestro tiempo (otro ratito) para que, cada vez que escriba, os llegue el mensaje, dejando a vuestro albedrío abrir o no, leer o no o, incluso, daros de baja. Si esto no es un blog en formato podcast o, mejor aún, un podcast en formato blog, que venga Dios y lo vea.
En el momento de escribir este boletín sois ya más de cien en apenas veinticuatro horas y sin haber escrito ni un solo número. Dice mucho que, aunque el número sea modesto, seáis tantos quienes me tenéis tal confianza.
Y para acabar, ¿de qué leerás por aquí?
De todo un poco, como el propio Bala Extra. Sin dejar de referirme a mis propias viviencias y a mi propia creación podcasteril, pretendo que este boletín refleje inputs más amplios que mi bitácora personal. Un camino intermedio entre esta y el Ya Conoces de siempre, pero teñido de más actualidad. Si Bala Extra es un podcast sobre mis cosas que, en el fondo, son las tuyas, esta “niusleter” es un boletín sobre las cosas de otros que, en el fondo, son las nuestras. Apertura de foco intelectual, ideológico y geográfico y muchas curiosidades de esta sociedad pos-postmoderna o, como diría un viejo profesor de sociología de mi adaptación a grado en trabajo social, de estas sociedades hodiernas.
Esta semana me llamaron mucho la atención los problemas en Reino Unido con los excrementos humanos en esta época de reapertura social con los váteres aún cerrados y cómo unos emprendedores han ayudado con una web “busca-retretes” que leí en el Post. A falta de un enlace disponible sin suscripción al diario, os dejo con el episodio de “Gran Hedor” ocurrido en Londres ya con anterioridad. También, en el mismo diario, la bíblica plaga de ratoncillos que asola (o asuela) Australia y que podéis ver en este vídeo colgado en Twitter.
No dejaré de contaros eso que, de manera tan gráfica (ya que estamos metidos en faena), he venido en definir como “mis mierdas”, pero también ampliar algunas de lo que Emilcar denomina “subtramas” de Bala Extra, como mostraros (sin romper su derecho a la intimidad) al abuelo del parking que, ahora, camina solo.
Epílogo
Y creo que por hoy vamos servidos. Espero cumplir con el compromiso semanalmente. Pero, ciertamente, si me retraso y me salto una semana, tendréis la bondad de disculparme. Siempre será por una causa justificada…o no.
Feliz finde o lo que sea cuando abras esto. Espero que la presentación te convenza y que los próximos números, ya regulares (aunque habrá episodios especiales en según qué momentos), sean de tu agrado. Antes de tomar la decisión de irte en algún momento, te agradeceré que me digas el porqué y si me aconsejas algo para convencerte de que te quedes, abras y leas.
Un besito o un abrazo. Lo que tú prefieras.
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Pedro M. Sánchez ha escrito esta newsletter desde algún punto de la calle Zabalea de Galdakao, Bizkaia.