Ninguna respuesta definitiva
Soy incapaz de responderme por el fenómeno que ha producido un crecimiento del 25% de suscriptores/as en esta Niusleter "sin-hacer-yo-nada" (literalmente)
Desde el pasado 18 de diciembre ha llegado a La Niusleter algo así como un 25% de nuevos suscriptores y suscriptoras. No me explico aún por qué. Solo me lo puedes aclarar tú, si eres persona lectora de nueva hornada. Yo lo atribuyo al crecimiento de Mastodon, donde cada vez interactúo más y obtengo más feedback, con apenas una quinta parte de los usuarios que tengo en Twitter. También el descubrimiento del lado social de Substack, la plataforma donde publico esta cartita, y el uso de la app de la plataforma, donde algunos amigos y amigas han recomendado esto que lees, pueden también haber influido. Ninguna respuesta definitiva.
Anoche, mientras comenzaba el visionado del segundo episodio de “Un lugar en el cielo” en Apple TV+, por imitación a mi amigo José Luis Hurtado, cuya newsletter sobre el mundo del mal llamado “streaming” ya te he recomendado, entre lagrimita y lagrimita, escuchaba cómo en mi comunidad de vecinos la vida se abría paso. No me digáis quién ha traído un hijo al mundo (yo no he visto tripas voluminosas), pero sobre la suave música de la serie, una canción interpretada por Liars, “The Other Side of Mt. Heart Attack”, mientras el niño protagonista se sobreponía al trauma de ser el único superviviente de un accidente de avión, perdiendo a toda su familia y siendo acosado por la prensa como “el niño milagro”, yo escuchaba a un bebé en el pleno llanto por su cólico cotidiano de esa hora.
Me fascina el sonido del vecindario. Es algo a lo que me ayuda apreciar mi micrófono de condensador, sensible a cualquier suspiro, que ya me ha permitido escuchar en otras ocasiones a alguna pareja regocijándose, cuando no a un grito femenino de éxtasis, que me suele envolver de curiosidad, rubor y excitación por igual. Gritos inoportunos en conversaciones lejanas, que suelen incluir a algún adulto y a algún adolescente…”que te he dicho cien veces…”. La vida sin filtros. Sin darnos cuenta de que aquí, junto a la pared al lado de donde te escribo estas líneas, otra familia lleva su propia vida. Con sus compañías y soledades; su amor y sus ganas de divorcio; su “lo mismo te hecho de menos, que antes te echaba de más”. En resumen, como digo, otras vidas. Millones. Las que se encierran al otro lado de paredes de edificios que llenan nuestros pueblos y ciudades.
Cuando tu hijo se acerca a los 19 años, vuelves a vivir emocionalmente tú mismo en esa edad. No es que te rejuvenezcas y te mimetices. Lo que pasa es que sus sufrimientos, son los tuyos. Y sus miedos. Y sus rabias. También el amor y la ilusión, pero en menor medida. Lo que sientes de verdad es lo que te asusta. Hay que superar el miedo y confiar. Sobre proteger puede ser lo peor para un hijo o hija. Lo es. (Bueno, solamente superado por el abandono emocional o físico, pero esa es una liga distinta). Un ejemplo que os contaré con detalle en Bala Extra, en su formato pódcast, la semana entrante. Un adelanto: si no hubiéramos sobre protegido a Guille corriendo a buscar una universidad privada donde matricularlo, sospechando que le faltaban décimas para ingresar en la facultad pública que quería, hoy podría estar cursando el grado de administración y dirección de empresa en la faculta de la Universidad del País Vasco en Sarriko. La nota de corte de este año fue menor que la referencia de 2021-2022. 8,932, frente a la nota de acceso de 9,3 que él tenía.
Cuando me puede la duda, dejo que mente vuele hasta el pequeño río Nive, que viene desde Donibane Garazi (San Juan de Pie de Puerto, punto de entrada en España del Camino de Santiago “francés”). Llega todavía con cierto ímpetu pirenaico, antes de fusionar sus aguas con el anchote Adour, río de aspecto más afrancesado. Ambos envuelven a mi Baiona Ttipia o La Petit Bayonne, donde uno sueña que siempre fue feliz.
Gracias por haber llegado hasta aquí. Las ilustraciones de hoy están hechas por Dall-e 2, bajo mi batuta y con pequeñas modificaciones. Espero que también te hayan gustado. Te espero cada día de entre semana en mi bitácora en pódcast Bala Extra. Búscala en tu podcatcher si es que llegaste aquí sin conocer mi voz. (A malas, me basta con que me busques en Spotify)
Siempre en tu equipo, Pedro. La vida se abre paso en los bebés, que se comunican con el llanto,,o los jóvenes de 19 años, que a veces sencillamente no se comunican. También se abre paso en las musas que nos hacen escribir. Estamos vivos porque escribimos.
Hace tiempo que no te leía y la nius de hoy ha sido una vuelta al contenido que me encanta cuando lo tratas en Bala Extra, la vida es su esencia más auténtica. Gracias por poner magia en los momentos más cotidianos. 🙌